Blanca Luz Brum Elizalde (Pan de Azúcar, Uruguay, 1905 – Santiago de Chile, 1985) fue una poetisa, periodista, artista visual, musa de muralistas, militante política, madre, amante y exiliada. Su vida recorrió con intensidad los márgenes y los centros del poder cultural y político del siglo XX latinoamericano.
Nacida en una familia humilde en Pan de Azúcar, Uruguay, Blanca Luz quedó huérfana de madre y fue criada por una tía. A los 17 años se escapó del convento donde estaba internada; para casarse con el poeta vanguardista peruano Juan Parra del Riego, con quien tuvo un hijo. Cuando Parra murió, quedó viuda a los 20 años. Este duelo temprano marcaría el inicio de una vida errante, decidida a habitar todos los bordes del amor, del arte y de la política.
En Perú, Blanca Luz se integró al círculo de José Carlos Mariátegui y participó de la revista Amauta, donde adoptó el indigenismo marxista como bandera. En esos años comienza su carrera literaria con una voz poética intensa y libre, ligada al cuerpo, la tierra y los símbolos de lo femenino. Sus primeros libros, como Las llaves ardientes (1925) y Levante (1928), ya reflejan una potencia lírica conectada con las transformaciones culturales y sociales de su tiempo.
En 1929 conoció en Buenos Aires al muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, con quien mantuvo una relación apasionada y conflictiva. Viajaron juntos a México, donde Blanca Luz se sumergió en el círculo cultural de Frida Kahlo, Diego Rivera y Tina Modotti. A su regreso a Argentina, Blanca fue modelo para "Ejercicio Plástico", el célebre mural pintado por Siqueiros en la quinta de Natalio Botana, director del diario Crítica, con quien también tuvo una relación amorosa.
Jorge Luis Borges la consideró uno de los grandes amores de su vida. Blanca Luz era una figura provocadora, magnética, que despertaba tanto admiración como rechazo.
A lo largo de su vida, Blanca Luz transitó múltiples posiciones políticas. De comunista e indigenista pasó al nacionalismo popular argentino, alineándose con el peronismo en los años 40. Participó activamente en la movilización obrera del 17 de octubre de 1945 y colaboró con el aparato de propaganda del primer peronismo. Se le atribuye la célebre frase "Braden o Perón", que sintetizaba el conflicto entre la injerencia estadounidense y el proyecto político soberanista en Argentina, y que luego fue adoptada por la campaña peronista como consigna.
Pero su giro más polémico llegaría décadas después: en sus últimos años, en Chile, apoyó a Augusto Pinochet, afirmando que había sido el único que “la había comprendido”. Esta declaración generó un quiebre definitivo con gran parte de la izquierda latinoamericana, que ya la consideraba una figura incómoda.
En sus últimos años, se retiró a vivir a la isla "Robinson Crusoe", en el archipiélago de Juan Fernández, Chile; nombre que ella misma propuso en homenaje a la novela de Daniel Defoe. Allí vivió en una especie de autoexilio, escribiendo, pintando y recibiendo esporádicas visitas. Para algunos, fue su forma de alejarse del mundo; para otros, un gesto poético final, coherente con una vida vivida al límite.
Pese a su obra prolífica —que incluye poesía, ensayos, teatro y textos políticos—, Blanca Luz ha sido ignorada durante décadas por la crítica literaria y por la historia oficial. Su vida fue revalorizada en años recientes gracias a obras como la novela Falsas memorias: Blanca Luz Brum, de Hugo Achugar, y el documental No viajaré escondida, dirigido por Pablo Hernán Zubizarreta, que rescatan su figura del olvido y la celebran en toda su complejidad.